El paso de la antigua villa a la actual ciudad
UNA ETAPA DE LUCES Y SOMBRAS
Durante la Edad Moderna y el inicio de la Contemporánea, Baena se vio afectada por grandes epidemias, sequías y hambrunas que condicionaron en gran manera el desarrollo de la población. Pero también fue una etapa en la que se alcanzaron importantes logros, entre ellos, situarla como referente mundial en la producción de aceite de oliva de máxima calidad.
Durante el siglo XIX la localidad se vio afectada por epidemias y hambrunas que provocaron un notable descenso de sus habitantes aunque en los primeros lustros de la siguiente centuria Baena se contaba entre los núcleos más poblados de Andalucía. Sin duda, fue uno de los motivos que influyó para en el año 1913 se le concediese, mediante Real Decreto, el título de ciudad.
Durante esta etapa los avances fueron
El siglo XX vio aumentar de manera significativa el casco urbano de la ciudad, que duplicaría ampliamente su extensión, surgiendo nuevas zonas residenciales sobre todo en el último tercio de la centuria.
Baena es una referencia en la producción de aceite de oliva virgen extra, contando con Denominación de Origen propia, una de las primeras de España. Tiene excelentes viñedos, incluidos en la Denominación de Origen Montilla-Moriles, y amplia riqueza en tierras de cereal. La confección industrial ha sido otra fuente de empleo en el segundo tercio del siglo xx. Baena cuenta con varias cooperativas que abarcan los sectores antes citados. La población se encuentra estabilizada en torno a los veinte mil habitantes, después de superar la crisis migratoria de los años sesenta.