Torreparedones, eterna atalaya y legado imborrable de la historia de Baena.

El yacimiento arqueológico de Torreparedones es una foto fija que resume siglos de historia y ayuda a comprender Baena tal y como la conocemos hoy en día.

Dominando las campiñas de Jaén y Córdoba desde su posición de privilegio, Torreparedones es todo lo que un amante de la historia y la arqueología busca en un viaje a través del tiempo. Vestigio de civilizaciones pasadas, recorrer este entorno nos teletransporta a un itinerario que comprende la Edad del Cobre hasta la Baja Edad Media. Su importancia histórica artística y cultural, le valió ser declarado bien de interés cultural-Red de espacios culturales de Andalucía.

La situación topográfica de Torreparedones, sobre una de las cotas más elevadas de la zona, es ciertamente estratégica, pues sus 579.60 metros de altitud lo convierten de facto en el “techo de la Campiña”. Durante miles de años, el hombre tuvo este lugar como referencia.  Diversos pueblos y culturas dejaron su huella a través de los más variados restos materiales: cerámica, vidrio, piedra, metal, etc. Pero fue durante los períodos íbero y romano en los que Torreparedones gozó de su máximo esplendor. Desde el siglo VI a.C. se rodeó de una imponente muralla, reforzada con torres, que rodea un espacio de 10,5 hectáreas.

Los restos íberos nos hablan de la construcción de una muralla que guardaba una ciudad fortificada, así como de un santuario situado fuera de dicha ciudad, dedicado a la diosa Caelestis, en forma de betilo esteliforme. Se trata de una columna coronada por un capitel foliáceo. La mayoría de ofrendas encontradas en las excavaciones correspondían a mujeres embarazadas, que pedían a la diosa tener un buen embarazo y mejor alumbramiento. Además, se ha descubierto hace relativamente poco tiempo la existencia de un segundo santuario, a unos 500 metros del primero y donde se pudieron catalogar algunas tumbas, junto a otras ofrendas en forma de caballo. 

Con la llegada de los romanos, el recinto alcanzó una notable importancia, como así lo atestiguan grandes monumentos como el foro, de unos 528 metros cuadrados, tres termas romanas, un mercado, siendo este uno de los pocos ejemplos conservados en la península ibérica, o un templo dedicado al culto imperial. Además, se conservan otros restos como un anfiteatro, una necrópolis y la ‘casa del panadero’, la primera domus romana en ser excavada al completo en el yacimiento.

Los restos hallados en el yacimiento dan fe de que también hubo presencia musulmana en Torreparedones, desde los tiempos del Califato de Córdoba (siglo X) hasta el siglo XII, como puede apreciarse en los restos de cerámica y monedas encontradas. De lo que también hay constancia es de la herencia cristiana. Tras la conquista por parte de la Corona de Castilla, a Torreparedones se le empezó a conocer como ‘Castro el Viejo’, y era un enclave estratégico entre las fronteras de Castilla y el Reino Nazarí de Granada. Cabe mencionar la ermita de las Vírgenes, edificada en el siglo XVI sobre unas termas romanas. Es una oportunidad única de conocer nuestro pasado, entenderlo, disfrutarlo y aprender de él, sabedores del privilegio que supone tener en un mismo recinto miles de años de nuestra historia.